¿Alguna vez cuando sales de casa te has fijado en la cantidad de plantas que hay a nuestro alrededor? Yo llevo varios años fijándome y no me deja de sorprender los lugares en los que nacen las plantas silvestres. La mínima grieta en el asfalto es suficiente para que nazca algo. Y bien, ¿sabes por qué deberían interesarte las plantas silvestres? ¿No? Pues sigue leyendo 🙂
Para empezar, hay que dejar claro que las plantas silvestres son plantas que nacen de manera espontánea y sin intervención humana. Muchas veces se habla de ellas como «malas hierbas». Aunque como veremos a continuación de malas tienen poco.
Contenido
Motivos por lo que deberían interesarte las plantas silvestres
1- Nos acercan a la naturaleza
Cuando algo nos interesa, aprendemos y cuando aprendemos nos acercamos. Al interesarnos por las plantas, nos estamos interesante por uno de los 5 reinos que forman la naturaleza. Por tanto, interesarnos por las plantas nos acerca a la naturaleza.
Este acercamientos nos trae cosas muy positivas:
- Nos acerca a nuestro origen. En esencia somos naturaleza y con el paso del tiempo nos hemos ido distanciando y alejando de ese centro.
- Aprender sobre algo nos hace apreciarlo y cuando lo apreciamos tendemos a cuidarlo. Y si estas leyendo esto aquí, sabrás lo importante que es cuidar la naturaleza.
- La naturaleza nos da tranquilidad y paz interior. Cuando caminas por un bosque de manera consciente te sientes en casa, el estrés se va y la tranquilidad vuelve a tí.
2- Aumenta nuestra autoestima
No valerse por uno mismo es uno de los miedos que tiene el ser humano. Aprender a comer plantas silvestres que encuentras en tu entorno te da libertad. Hace que sientas que puedes sobrevivir por ti mismo en caso de necesidad.
Para todas esas personas que tienen la autoestima baja, ganar autosuficiencia aprendiendo a recolectar los recursos que nos rodean resulta muy positivo. Y si no tienes la autoestima baja, también resulta muy gratificante ser más autosuficiente.
3- Tienen propiedades beneficiosas para nuestra salud
Nuestros antepasados usaban las plantas para prevenir y para recuperarse de enfermedades. Esa cultura ancestral se ha ido perdiendo con el tiempo y ahora en nuestra sociedad está más extendido el uso de medicamentos comerciales. No obstante, hay muchos remedios naturales que podríamos utilizar antes de recurrir al uso de los fármacos.
Me gustaría destacar que no estoy en contra de los medicamentos, los considero necesarios. Lo que estoy en contra es del uso desmesurado de los mismos.
Estoy en contra del uso desmesurado de medicamentos. Aprender a usar los remedios naturales es muy beneficioso para nosotros y nuestro entorno.
Por lo que, aprender remedios naturales para ayudar al cuerpo a combatir diferentes problemas me parece muy beneficioso tanto para nuestra salud como para el entorno.
4- Nos moviliza cuerpo y mente
Aunque las plantas silvestres las podemos recoger cerca de casa, nos tenemos que mover para cogerlas. Es necesario salir de casa y buscar.
También, nos hace pensar. Si queremos observar o recolectar una planta concreta, hay que pensar dónde la podemos encontrar. ¿Necesita humedad? ¿Sale cerca de ríos? ¿En praderas?
Además, del trabajo de reconocimiento y aprendizaje necesario para poder recolectar con seguridad.
Por lo que, para recolectar necesitamos activar el cerebro y usar nuestro cuerpo para explorar el entorno.
5- Forma parte del consumo consciente
Conocer y ser capaz de recolectar con tus manos el alimento, te hace ser consciente del origen y de lo que estás comiendo. Aprecias mucho más el alimento y valoras más lo que comes.
Cuando recolectamos plantas silvestres, estamos usando los recursos que tenemos a nuestro alcance y por tanto estamos evitando todos los problemas del sector alimentario: formas de cultivo, transportes, uso de químicos perjudiciales, especulación, etc. Es una manera de aproximarse al origen de los alimentos y ser más conscientes de lo que comemos.
6- Te conectan con el «aquí y el ahora»
Cuando te comienzas a interesar por las plantas silvestres, comienzas a fijarte en todo lo que te rodea. El olfato y la vista van buscando olores o formas que te permitan reconocer lo que te rodea.
De esta manera, nos estamos centrando en el presente. Evitando que la mente salte entre el pasado y el futuro. Vivimos el presente de una manera más plena. Apreciando más lo que nos rodea. Y te das cuenta de que no hace falta viajar mucho para ver maravillas naturales.
¿Cómo podemos iniciarnos?
Si has llegado hasta aquí, espero haber despertado en tí la curiosidad por las plantas silvestres. Y si ha sido así, seguro que te gustaría saber cómo poder iniciarte. Pues como en cualquier nueva habilidad que queramos aprender tenemos varias alternativas:
- Junto a un experto. Haciendo un curso de plantas silvestres en el que te enseñen de primera mano a identificarlas, saber diferenciarlas y sus propiedades.
- De manera autodidacta. Leyendo libros, viendo vídeos y explorando tu entorno.
- Uniéndote a una asociación de plantas silvestres en las que haya expertos en la materia a los que puedas preguntar y con los que puedas ir aprendiendo.
- Una combinación de todas las anteriores. Esta es la opción que más me gusta a mi. Empezar con un curso, luego leer varios libros y luego juntarse con expertos para ir afianzando los conocimientos.
Yo me he iniciado este año haciendo un curso en AGRHUMUS sobre Plantas silvestres comestibles y medicinales. Ahora me queda mucho camino por recorrer y seguro que haré algún curso más. Pero ya tengo una base para poder ir aprendiendo de manera autodidacta.
¿Qué tenemos que tener en cuenta para recolectar?
Cuando vamos a recolectar plantas o cualquier cosa que esté en la naturaleza tenemos que tener en cuenta varias cosas.
- La primera de ellas es el respeto absoluto. Y esto implica, recolectar sólo lo que estemos seguros de lo que es o lo que queramos analizar.
- Por supuesto, no recolectar en lugares protegidos o especies que puedan estar en peligro de extinción.
- También es una buena práctica no recolectar plantas solitarias, de esta manera permitimos que siga existiendo.
- Recolectar lo que vayamos a consumir. No «segar» con todo y luego tirarlo a la basura.
- Afianzar los conocimientos poco a poco. Comenzar con plantas fáciles de reconocer y observarlas en diferentes momentos de su ciclo de vida. Intentar abarcar mucho al principio no ayuda a afianzar las bases.
- Precaución y sentido común. Antes de comer cualquier planta debemos de estar muy, muy muy seguros de lo que estamos comiendo.
Cinco plantas silvestres fáciles de identificar
Todavía me estoy iniciando en el mundo de las plantas silvestres pero te voy a presentar 5 plantas que son muy fáciles de identificar, que hay en abundancia (al menos en dónde yo vivo, Asturias) y que no se pueden confundir con nada tóxico o mortal.
1- Ortiga
Para mi era considerada una planta odiosa por lo que pica cuando la tocas sin querer. No obstante, es una planta con muchas propiedades. Se podría considerar una plata estrella.
Se han de recolectar los brotes jóvenes y hojas tiernas. Se puede cocinar salteadas, para hacer cremas o sopas. Tienen una ventaja muy importante con respecto a las espinacas, no contienen ácido oxálico. Por tanto, no son desaconsejadas para las personas con tendencia a tener cálculos renales.
2- Llantén menor (Plantago lanceolata)
Se comen las hojas jóvenes y tiernas. Las yemas florales se comen cuando todavía están sin florecer. Es una planta rica en mucílagos, cicatrizante, antihistamínica, etc.
La puedes encontrar en praderas y caminando por el monte. Y como se puede comer cruda, es un gusto poder coger una yema de la que vas caminando y darle un bocado. Tiene un sabor muy agradable a champiñón.
3- Menta
Existen muchas variedades, todas ellas similares y de olor muy agradable. Se utiliza mucho en infusión en el típico «menta poleo». No obstante, infusionar las hojas frescas es totalmente diferente a las infusiones secas que puedes comprar.
Además del uso en infusiones se pueden comer en ensalada, postres, comidas, etc. Es una forma fácil de darle un toque fresco a tus platos.
Por donde vivo se encuentra bastante fácil, es cuestión de tenerla fichada y buscar. Suele estar en zonas más bien húmedas.
Para que no te pase como me sucedía a mi, que la confundía con la hierbabuena. La principal diferencia se la encuentro en las hojas. La menta es más lisa y el verde es más intenso.
4- Capuchina
Se puede comer cruda la flor y las hojas. El colorido de la flor resulta muy vistoso para usarla en decoraciones de platos. Las hojas se pueden usar también para ensaladas o para hacer un pesto.
Me resultó todo un descubrimiento ya que las flores son muy vistosas y dan un toque super alegre a los platos.
5- Ombligo de venus (Umbilicus rupestris)
La puedes encontrar en muros de piedra (naturales o artificiales) en zonas húmedas.
Las hojas que son bastante untuosas se pueden comer crudas o utilizarlas cocinadas como verdura. También se puede hacer un pesto con ellas. Las puedes identificar porque las hojas en el centro tienen un ombligo (el de venus ;-))
Recursos y herramientas
Te voy a recomendar dos libros que están muy interesantes por si te interesa tener bibliografía del tema:
- Atlas ilustrado de Plantas medicinales y curativas. Editorial Susaeta.
- Cocinar Con Plantas Silvestres. Reconocer, Recolectar, Utilizar. Editorial Saber Hacer.
Si conoces otro libro que sea interesante de la temática te agradezco que me lo dejes en los comentarios, soy muy fan de los libros 🙂
También, te voy a recomendar una aplicación para el móvil que está muy bien: Plantnet. Está disponible tanto para IOS como para Android, y mediante una fotografía te ayudará a identificar las plantas que te rodean.
Te dejo aquí los enlaces para que la puedas descargar:
Hasta aquí el post de esta semana sobre «por qué deberían interesarte las plantas silvestres«. Debajo están los comentarios abiertos para que puedas escribir lo que quieras. Estaré encantado de saber de tí y de poder ayudarte en lo que pueda.
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¡Salud y sostenibilidad!
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